La Enfermedad de Addison en perros

La Enfermedad de Addison, es una afección bastante extraña que en los perros se conoce como hipoadrenocorticismo y que afecta al sistema endocrino de perros jóvenes y de mediana edad.

Es una enfermedad que se produce por la reducida función de las glándulas suprarrenales, que apenas producen o no producen alguna de las hormonas más importantes llamadas glucocorticoides o mineralocorticoides. Dado que estas hormonas son esenciales para la vida, es una enfermedad extremadamente grave, por lo que debe tratarse como tal.

La enfermedad de Addison puede desarrollarse lentamente, por lo que puede pasar desapercibida hasta empezar a mostrar síntomas o producirse una situación de emergencia. Los síntomas son muy variados, desde pérdida del pelo a vómitos, diarrea, apatía, fiebre, pérdida o aumento de peso, aumento de la necesidad de beber agua, etc. Esta enfermedad comparte los mismos síntomas que otras afecciones conocidas por veterinarios y propietarios de mascotas, Síntomas que pueden alargar o confundir el diagnóstico y la aplicación del tratamiento farmacológico más adecuado.

CAUSAS

Existen causas diversas por las que pueden fallar las glándulas suprarrenales del organismo produciendo la enfermedad de Addison. En la mayoría de los casos, se debe a un proceso destructivo del propio tejido por el sistema inmunológico o a un proceso idiopático.

DIAGNÓSTICO

Para diagnosticar el hipoadrenocorticisimo en los perros existen varias pruebas, unas para descartar otras enfermedades y otras para confirmar la enfermedad de Addison. Los síntomas pueden dirigir al especialista a comprobar si existe una insuficiencia suprarrenal. Si el perro presenta un historial de pérdida de peso, letargo, debilidad muscular, etc., se puede realizar una analítica completa como primer paso.  Si los síntomas y las analíticas parecen indicar la enfermedad de Addison, entonces se procederá con la prueba de estimulación de ACTH.

TRATAMIENTO

El tratamiento del hipoadrenocorticismo consiste básicamente en reemplazar los mineralocorticoides y glucocorticoides que no produce el organismo y en echar más sal a la comida. 

SEGUIMIENTO

El veterinario elaborará un plan de seguimiento para su perro. Normalmente incluye una analítica cada 5-7 días hasta estabilizar los electrolitos. Después se hará de forma mensual durante los próximos 6 meses y posteriormente cada 3-6 meses. Para verificar que se está tomando la dosis correcta, se llevan a cabo controles del nivel de sodio y potasio en sangre. 

Fuente: https://adisen.es