Síndrome de Cushing en perros ¿qué es?

El Cushing, (no confundir con el síndrome del mismo nombre en caballos) también es conocido como hiperadrenocorticismo o hipercortisolismo canino. Se trata de una de las enfermedades endocrinas (hormonales) más frecuentes en los perros de mediana o avanzada edad.

Es una afección que avanza lentamente, y cuyos primeros síntomas pueden pasar desapercibidos para el propietario. Es una dolencia crónica que no es posible prevenir, pero que cuenta con tratamientos para que el perro afectado disfrute de una buena calidad de vida. Este trastorno fue descrito, en seres humanos, por el médico neurocirujano estadounidense Harvey Cushing, en 1932.

El Cushing canino es una enfermedad hormonal frecuente en los perros

Las glándulas suprarrenales producen sustancias vitales que regulan numerosas funciones corporales e imprescindibles para la salud. La más conocida de estas sustancias es el cortisol, popularmente conocido como cortisona, una hormona presente, de forma natural en perros, gatos, seres humanos y en multitud de especies animales. La producción disminuida o excesiva de estas sustancias, especialmente del cortisol, puede acarrear severos problemas de salud.

El síndrome de Cushing se produce por la secreción excesiva de una hormona llamada cortisol. El cortisol es uno de los esteroides naturales del organismo, y ayuda a combatir infecciones, mantener los niveles de azúcar en la sangre, la estructura de los tejidos, la salud de la piel, controlar el estrés y el peso del perro, entre otras funciones.

Hay una parte del cerebro del perro que produce la hormona adrenocorticotropa (ACTH). Esta hormona envía la orden a a las glándulas suprarrenales para que produzcan cortisol. El síndrome de Cushing se presenta cuando un perro produce un exceso de ACTH, y, como consecuencia, un incremento en la producción de cortisol.

¿Por qué se produce el síndrome de Cushing en los perros?

Por causas que aún no se conocen, el perro desarrolla tumores hipófiso-dependientes en la glándula pituitaria del cerebro, que conducen a una sobreestimulación desmesurada de la producción de la hormona ACTH, y como consecuencia, al aumento incontrolado de la producción de cortisol en las glándulas suprarrenales.

El perro también puede desarrollar tumores en las propias glándulas suprarrenales (que se encuentran situadas en los extremos superiores de los riñones).

También se ha descrito como una de las causas que desencadenan este síndrome, el uso prolongado o crónico de glucocorticoides en los perros (como tratamientos para diversos trastornos alérgicos o enfermedades inmunodepresoras).

Síntomas de que tu perro puede padecer Cushing

Estos son algunos de la docena de síntomas clásicos que presenta este síndrome:

  • Polidipsia (un aumento de la sed)
  • Poliuria (un aumento de la micción)
  • Polifagia (un aumento del apetito)
  • Distensión abdominal (hinchazón del abdomen)
  • Atrofia muscular progresiva
  • Reducción del nivel de actividad
  • Letargo
  • Jadeos
  • Alopecia
  • Atrofia de la dermis y disminución del tejido subcutáneo
  • Hiperpigmentación generalizada
  • Calcicosis cutis (depósitos de calcio en la dermis) en cabeza, dorso o vientre

Tratamiento del síndrome de Cushing en los perros

Al tratarse de una enfermedad crónica no es posible prevenirla. Es necesario un examen a fondo y pruebas diagnósticas específicas por el veterinario, para identificar las causas exactas del tipo de Cushing que padece el perro.

Si la enfermedad se detecta a tiempo y se trata adecuadamente (el tratamiento farmacológico que controle su producción de cortisol es de por vida), el perro puede tener una calidad y esperanza de vida prácticamente normal, dependiendo siempre del origen de la misma, ya que los tumores que la causan no tienen todos el mismo pronóstico exitoso.


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